• El costo de mantenimiento de la piscina se reduce hasta en un 75%
• El consumo de cloro se reduce en más de un 75 %
• Los depósitos de cal desaparecen poco a poco de las paredes de la piscina y los bordes
• El filtro de arena o de las membranas no se calcifican
• El mantenimiento de la bomba se reduce y aumenta la vida útil considerablemente.
• Los accesorios de acero inoxidable y las baldosas recuperar el brillo como nuevo
• Estabilizadores caros ya no son necesarios para corregir el equilibrio del pH
• Reducción de irritación de los ojos
• Las bacterias, algas y agentes patógenos se reducen a cero
• Reducción de cloraminas

La evaporación del agua hace que el total de sólidos disueltos (TDS) aumenten mucho más que cuando el agua entró a la piscina, a esto añadimos las grasas de los propios bañistas que se ponen en la piel para la protección, esto se adhiere al calcio en los laterales de la piscina, provocando unos cercos de suciedad, estos cercos se convierten en una fuente de alimentación y alojamiento para las bacterias que plantea posibles problemas de salud a los usuarios de la piscina.

Los niveles de cloro tiene que ser altos para eliminar dichas bacterias, la acidez de la piscina tiene que mantenerse a un nivel neutral para asegurar que este sea efectivo. El mantenimiento de un pH neutro es complicado por la precipitación del calcio y por el alto contenido en cloro. De esta manera hace muy difícil mantener el agua sin patógenos y sin que se produzca irritaciones oculares (ojos rojos).

La tecnología AQUAZINO funciona mediante la aplicación de una carga eléctrica a las partículas pequeñas de manera que se mantienen unidas para formar grupos más grandes (esto se llama floculación). Estos grupos más grandes son entonces retenidos más fácilmente por el filtro. Por otra parte, los grupos grandes no penetran tan profundamente en el filtro y éste es más fácil de limpiar.

Algunas piscinas utilizan una sustancia química para llevar a cabo este trabajo de flocular. La tecnología AQUAZINO es capaz de flocular sin el coste de los productos químicos y además el grupo que forma es más fuerte y duradero que el grupo formado químicamente.
El cloro se utiliza como desinfectante para eliminar las bacterias y las algas de la piscina. Sin embargo su efectividad se reduce cuando se combina con diversas substancias orgánicas (por ejemplo el sudor y la orina). 

Cuando se combina con ellas forma sustancias químicas llamadas cloraminas a las que a veces se denomina "cloro fijo." Estas cloraminas son menos eficaces como desinfectante. El cloro libre se convierte continuamente en cloro fijo, por lo que se necesita añadir a la piscina mucho más cloro.
De hecho, el olor característico de las piscinas, a veces llamado el "olor a cloro", no se debe al propio cloro, sino más bien a las cloraminas. También son las cloraminas las que provocan el efecto doloroso "ojos rojos". Por lo tanto, si somos capaces de convertir las cloraminas (cloro fijo) en el cloro libre, será un desinfectante más potente y tendrá un olor menos fuerte.

Un método de descomposición de las cloraminas consiste en añadir al agua una gran cantidad de cloro adicional durante un corto período de tiempo. Esto se conoce como "tratamiento de choque" y, obviamente, aumenta la cantidad de cloro necesaria, lo que se añade a los costes.